La historia de esta empresa familiar de largo recorrido, empezó a principios los años 30 con el abuelo Máximo y su pequeño hijo Pepe vendiendo por los pueblos de España a lomos de un burro, hasta que se estableció en este local en el Madrid de la posguerra.
Don Máximo podría ser un capítulo más de la historia de nuestro país. Siempre vinculados al mundo de la moda, concretamente al de la Bisutería y Complementos, el Sr Parra, su hijo Pepe y yerno Alfredo a lo largo de los años han puesto collares, pendientes, gemelos, broches, peinetas y mantillas a mujeres de todo el país y Centro América, principalmente, a lo largo de muchas décadas..